lunes, 29 de octubre de 2012

Viento del Sur. Una versión de EDUI




Edui en 2011 mientras grabábamos "La fiesta de los no invitados". Foto: RH




Edui es sin ningún lugar a dudas uno de los GRANDES haciendo canciones. Muy pocas veces tiene uno la  suerte de conocer y de paso trabajar con alguien que se toma tan en serio, con tanta pasión y dedicación esto de hacer canciones.

No estoy del todo seguro, pero creo que la primera vez que vi a Edui en un escenario fue en el Garaje Hermético de S. C. de Tenerife, cantando con La Donna Inmóvil...debía ser el año 86 u 87. Alguna vez hemos hablado de aquel concierto y él no lo recuerda como muy bueno, pero el caso es que yo sí...de hecho repetí al poco viéndolos en el Sketch de La Laguna... 

Durante tiempo sólo nos conocíamos de vista. Incluso recuerdo que estaba yo currando de "chico para todo" en un programa de TVE que se grababa en la Sala Astoria de Las Palmas de G.C. en el que estaban de invitados ese día Loquillo y La Donna Inmóvil, y ni siquiera nos saludamos...

Algo más tarde fue Pablo Meneses quien nos presentó, y sería el año 91 cuando vino varias veces por casa y me encargó formalmente la portada de lo que iba a ser el primer y único disco de Venus en Surf...

Ni por asomo me imaginaba en aquel entonces que un día íbamos a compartir escenario muchas veces, y menos aún que íbamos a hacer cosas juntos, y no han sido pocas, no.

Probablemente, y cuando me halle con fuerzas de escribir una larga historia llena de anécdotas, en otra entrada a este blog cuente como es debido el ir y venir de nuestra relación, que si bien es cierto que no siempre ha sido un camino de rosas, también es verdad que ha sido siempre intensa, llena de canciones y también de profunda amistad y algún desencuentro... Y es que no hay otra manera de relacionarse con Edui, creo.

Edui tiene canciones que me parecen INMENSAS. He tocado con él canciones que ha compuesto hace casi una treintena de años (25 seguro que sí!) y son totalmente defendibles ahora y hoy... Mucho más aún si es él quien la interpreta.

Poca gente hay tan trabajadora como Edui en una canción si esta lo merece.

Repetidamente lo he visto hacer cambios de acordes, de estructura, y en el texto, de una canción que ya ha tocado y presentado decenas de veces, y no ceja de trabajar en ella hasta que queda completamente satisfecho, cosa que los que lo conocemos sabemos que es imposible... pero esa insatisfacción constante lo mantiene en ascuas y emprende el trabajo en una nueva canción y luego otra... Pura vida!



Edui con amplis en el Sibiyibi. Foto: RH 2011



De ahí que a veces la paciencia haya sido un don imprescindible para trabajar con él, pero puedo asegurar de todo corazón, que el 99% de las ocasiones vale la pena. Tener la oportunidad alguna vez de tocar en concierto con Edui sus canciones, es una experiencia que puede cambiarte, de hecho, él es de los que en escena se transforma.

Sobre el escenario, Edui es de esos tipos que sin duda "te hacen creer". De toda la gente con la que he tocado en los últimos 20 años, él es quien mejor me ha hecho sentir que seguir haciendo canciones y tocarlas ante el público, por poco numeroso que éste sea, tiene un sentido vital y puede hacerse de ello incluso un motivo por el que vivir.

Reconozco a Edui en todas sus canciones, en sus textos cuidados palabra por palabra y trabajados en todos sus rincones con ocultas metáforas a veces. Algunas de sus canciones realmente me han ayudado a entenderlo y a quererlo.

También algunas canciones me han sido útiles y me han acompañado en algún que otro momento feliz o no. Son muchas las canciones de Edui que resuenan en mi cerebro químicamente impuro.

...Y es que las canciones de Edui dicen cosas, y nunca es asunto baladí lo que cuentan o cómo se posicionan ante la vida.

Precisamente ESE es el motivo de esta entrada en el blog del Sibiyibi.

No se trata de un asunto para comentar aquí, pero ahora verás porqué...

Mi madre está ingresada en el Hospital hace cinco semanas aquejada de un agrave dolencia cardíaca, lo que me ha hecho estar viajando todas las semanas varios días entre islas para hacerle compañía unas tres noches por semana.

Mis horas en el Hospital nunca transcurren lentas porque es un sitio donde parece que el tiempo no existe, pero lejos de tener la sensación de que allí está uno sin hacer nada, yo he hecho un montón de cosas. La más importante, claro está, es la de estar al lado de mi madre, pero  por las noches...cuando apenas hay nadie, paso buenos ratos escuchando música y haciendo fotos.


Pasillo de noche. 5ª planta del ala A. Hospital Negrín. Sept 2012






patio interior. Hospital Negrín. Oct.2012





Cada semana llevo el reproductor de mp3 cargado con material para escuchar. Discos nuevos y discos que hace mucho tiempo que no escucho y que me parecen adecuados para un montón de horas que transcurren entre pasillos en silencio y la casi oscuridad, no sólo física sino espiritual, que deambula por los rincones y me hace compañía.

Por casualidad o porque soy un despistado y voy dejando para otro momento cosas que me resulta luego imposible atender o simplemente olvido, de entre las canciones que aparecieron en una carpeta que ni recordaba su existencia, fue una versión bastante "aquí te pillo..." que hice en 2011 de la canción de Edui "Viento del Sur", que se incluye en su CD "La fiesta de los no invitados", que puedes hacer tuyo a través de su bandcamp:

http://edui.bandcamp.com/

Su escucha, me invitó a revisar y escuchar más material de Edui, no sólo de ese CD que grabamos en el Sibiyibi en 2011, sino de épocas anteriores, así que he pasado varias noches en compañía de sus canciones, y hacía años que no lo hacía de forma tan intensa. 

El caso es que se me antojó terminar la versión de "Viento del Sur" que nunca había hecho pública, cuyo texto además me ha servido en estos días para coger fuerzas y sobreponerme a los informes médicos y la actitud "normal" en este tipo de circunstancias.

Quería haber terminado la canción y tenerla lista para el día 13 de octubre, que era el día de San Eduardo (y también mi cumpleaños) y enviársela a Edui como presente, pero ese día y también esa noche, lejos de fiestas y de soplar velas, lo pasé también al pie de la cama de mi madre. En mi silla, en mi sitio.


Mi silla, mi sitio. Hospital Negrín. Oct 2012



Así que hasta ayer mismo no tuve oportunidad de grabar alguna cosilla y terminar la mezcla.

Edui:
Siento la demora.  Aquí la tienes, por si quieres escucharla o descargarla:








¡Feliz día de San Eduardo!
Gracias Edui, por los buenos ratos!



P.D.:

Inmediatamente según publique esta entrada, voy a enviar un mail a Edui, del que no tengo noticias hace meses...seguramente estará haciendo canciones. No lo imagino en mejor ocupación.